Las bolas de carburo de tungsteno son reconocidas por su dureza excepcional, resistencia al desgaste y capacidad para resistir condiciones extremas, lo que las hace ideales para una variedad de aplicaciones industriales. Estas bolas se fabrican a partir de carburo de tungsteno, un compuesto de tungsteno y carbono, a menudo unido con cobalto para mejorar sus propiedades mecánicas. El tamaño de las bolas de carburo de tungsteno puede variar significativamente, desde unos pocos milímetros hasta varios centímetros de diámetro, dependiendo de su uso previsto.